viernes, 5 de abril de 2013

Queriendo yo un día saber...

Corría el año 1970, solo tenia 17 años y desde hacia meses trabajaba como ayudante de camarero en el Restaurante del Hotel Ritz de Madrid. La inquietud y el querer saber de esa edad me había hecho preguntarme varias veces el porque había ayudantes de camareros "extranjeros", también jóvenes pero algo mayores que yo trabajando en España y por supuesto aprendiendo el idioma a la vez.
Esa inquietud me hizo preguntarme mas de una vez, ¿ si ellos pueden venir a trabajar a España y aprender el idioma, por que yo no podría hacer lo mismo?.Los había franceses, belgas etc, y me olvidaba pero también había algún japones que ponía ese toque oriental de orden y disciplina de lo que son únicos.
Un día armado de valor le pregunte al respecto a mi primer superior que no era otra que mi Jefe de Rango en el Restaurante, el cual me contesto con un lacónico, ¡ y a mi que me dices !, tendrás que bajar a Dirección y hablarlo con ellos.
Cargadas las pilas durante la Semana Santa de ese año en mi pueblo natal Arbancón(Gu) y de vuelta en el Restaurante solo deje pasar un día  y al siguiente me presente en Dirección con la idea de aclarar mi inquietud, la cual quedo gratamente satisfecha.
Efectivamente el Hotel Ritz de Madrid mantenía convenios de intercambio laboral con otros hoteles en Europa, pero que a él en concreto en los años que llevaba como Director en Madrid, nadie le había planteado nunca, Me dijo se ponía a ello y que me iría informando.
Pasadas unas semanas me llamo a su despacho y me comunico la buena nueva de que había un hotel en París, en concreto el Hotel "Le Bristol" dispuesto a facilitarnos un contrato al amparo del convenio de intercambio que mantenían por un periodo de seis mese ampliable a otros seis, para una plaza de "Commis de Restaurant",(ayudante de camarero), el cual incluía también la estancia o alojamiento en una pequeña residencia que el Hotel mantenía al efecto para el personal extranjero que trabajaba en el mismo.
No me lo podía creer, lo que había sido una inquietud o deseo, se podía convertir en realidad en unos meses. Y así fue como una vez resueltos los trámites administrativos relativos al Contrato y las consabidas autorizaciones de la época por parte tanto del Ministerio de Trabajo como Asuntos Exteriores, para finales de Junio tenia el  Contrato "completamente en regla", para poder trabajar en París.
Pero aún tuve que esperar a primeros de Octubre para poder emprender el viaje a París, pues hasta el 28 de Septiembre no cumplía los 18 años que era la edad legar que el Contrato reflejaba para poder ser totalmente válido.
A partir de aquí os iré contando esas experiencias en ese mundo de 1970 que por entonces aún no estaba tan "Globalizado".

No hay comentarios:

Publicar un comentario